26 feb 2014

Un vehiculo electrico a finales del Siglo XIX el Porsche P1.

Pisó las calles de Viena el 26 de junio  de 1898 convirtiéndose en uno de los primeros vehículos matriculados en Austria. Ahora, 116 años después el vehículo original llega al Museo Porsche sin restaurar para introducir a sus visitantes a la primera parte de la exposición, el prólogo.

"Porsche expone en su museo de Stuttgart el vehículo eléctrico P1 original, el primer diseño mundial de la empresa, realizado por Ferdinand Porsche y que data de 1898, según informó el fabricante alemán de automóviles deportivos del grupo Volkswagen"
  

El P1, diseñado y construido por Ferdinand Porsche, fue uno de los primeros vehículos matriculados en Austria y apareció por las calles de Viena el 26 de junio de 1898. Porsche grabó el código P1 (correspondiente a Porsche y al número 1) en todos los componentes principales, dando así el nombre extraoficial al vehículo. El compacto módulo eléctrico, que pesaba sólo 130 kilos, ofrecía una potencia de 3 caballos. Para periodos cortos se podían llegar hasta 5 caballos en el modo de sobrecarga, lo que permitía al P1 alcanzar los 35 kilómetros por hora.
La autonomía total de este automóvil podía extenderse hasta los 80 kilómetros, una cifra considerable para un vehículo de aquel periodo. Otra innovación más fue la carrocería alternativa del coche, que permitía su uso tanto en invierno como en verano.
La primera prueba práctica del 'P1' tuvo lugar en septiembre de 1899, con motivo de la exposición internacional de vehículos de motor, que tuvo lugar en Berlín. El fabricante de coches deportivos considera que la "enorme cantidad de ideas materializadas sobre este vehículo siguen siendo destacables actualmente.

20 feb 2014

Coches en el tejado Lingotto la fabrica circuito

 En los inicios del siglo XX una fastuosa factoría se alzaba en el esplendoroso Turin, sin dudas uno de los edificios mas revolucionarios para su época. Con sus cuatro plantas de alto Lingotto hasta el presente encierra dentro de si momentos gloriosos de la marca italiana Fiat, hoy viajamos hacia allí para mirar algunos fragmentos de su historia.

En la ciudad italiana de Turín podemos encontrar uno de los edificios más famosos de la industria automotriz, la increíble factoría Lingotto de Fiat, que aparte de por su colosal tamaño, destaca por tener una pista de pruebas sobre su tejado. La construcción del edificio comenzó en 1916 y no finalizó hasta 1923 y desde el primer momento, se convirtió en uno de los emblemas de la ciudad.
La fábrica de Fiat en Lingotto tiene una altura de cuatro plantas y mide medio kilómetro de largo, cifra que llega casi hasta los 1.000 metros si tenemos en cuenta los edificios adyacentes. Esta factoría se mantuvo en funcionamiento hasta el año 1982 y a lo largo de su historia, salieron de su línea de producción un total de 80 modelos de coche diferentes.


Pero sin duda alguna, la característica más llamativa de la factoría Lingotto de Fiat es la pista de pruebas que tiene sobre el tejado. Se trata de un circuito oval de 2,4 kilómetros de longitud, con una pista de 24 metros de anchura y que cuenta con dos grandes curvas peraltadas. Este era el lugar donde se probaban y recorrían los primeros metros todos los coches que allí se fabricaban.

Cada futuro vehículo entraba en la cadena de producción en las plantas bajas del edificio e iba ascendiendo conforme avanzaba su construcción hasta acabar, finalmente, en la pista de pruebas situada sobre el tejado. A ella se accedía a través de una rampa en espiral que aún hoy nos sorprende con su increíble belleza arquitectónica.

En la actualidad, todavía se conserva gran parte de la estructura de la factoría de Lingotto de Fiat que tras echar el cierre en 1982, este edificio se convirtió en una especie de centro comercial y cultural de la ciudad -con teatro, tiendas e incluso un hotel de cuatro estrellas en su interior.
Fuente...

 Desde Talleres Virauto os decimos hasta la próxima.

11 feb 2014

Bugatti 57 Type 57 SC Atlantic by Talleres Virauto

Las joyas mecánicas se destacan no solo por sus inigualables diseños, terminaciones o detalles que las hacen únicas. Su historia y sus referencias también suman a la hora de hacerse con una de ellas. Si bien hay historias y características muy variadas dentro del mundo de los coches clásicos de alta gama, algunos inalcanzables.


En distintas publicaciones hemos hecho referencia a muchos ejemplos de coches caros con precios fuera de nuestra órbita, pero aún más astronómicos e inaccesibles son los Bugatti de comienzos de siglo, como el Bugatti Type 57 SC Atlantic del que hoy haremos referencia.


A fin de cuentas sólo se construyeron cuatro de los que “siguen vivos” dos o tres, uno de los cuales ya ha sido adjudicado por un precio que la compañía de subastas ha situado entre los 24 y los 31 millones de euros (30-40 millones de dólares al cambio actual).


Este Bugatti 57 Type 57 SC Atlantic de 1936 muy probablemente sea uno de los vehículos más bonitos que jamás se hayan creado, y no lo digo yo, lo dice el hecho de haber sido merecedor de galardones tan importantes como el Concours d’Elegance de Pebble Beach 2003. Teniendo en cuenta eso nos podemos ir haciendo a la idea de por qué su comprador, del cual desconocemos la identidad, ha decidido invertir semejante dineral en este vehículo.
Otro de los Bugatti 57sc Atlantic que aún siguen vivos se encuentra actualmente en la colección privada de Ralph Lauren, el propietario de una importante firma de ropa, tal y como ya os contábamos hace muy poco cuando hablábamos del constructor de réplicas americano Delahaye.



Ahora hablemos de las peculiaridades del Bugatti 57 Type 57 SC Atlantic. Lo más característico de este vehículo es su carrocería redondeada y la cresta que la recorre de punta a punta. Ésta se diseñó así por imposiciones de los materiales escogidos (una aleación de magnesio y aluminio), finalmente se construyó en aluminio pero decidieron mantener la cresta por cuestiones estéticas.

Por otro lado, en el gigantesco morro del Atlantic se escondía un ocho cilindros en línea de la época de 3.300 cc, con un compresor mećanico tipo Roots que hacía que desarrollase 210 CV de potencia. En fin, no hace falta que diga que rompió esquemas en su época, basta saber que con su reducido peso (953 kg) se marcaba el 0 a 100 km/h en menos de 10 segundos, era un auténtico Galibier 16C Veyron de la época.
Después de haberlo conocido un poco mejor, parece que no es tan ilógico que su precio prácticamente triplique al famoso Ferrari 250 Testarossa de los 9 millones de euros hace tiempo atrás. Tened esto por seguro, si tenéis dinero no invirtáis en bolsa, ni en oro, ni en viviendas, visto lo visto invertid en clásicos, hasta la proxima semana.
Talleres Virauto